He tenido un poco abandonado el blog. La razón ha sido que el bizcocho que iba a ser mi entrada de la semana pasada me quedó fatal, nada presentable para hacerle fotos. Y como este domingo celebrábamos la fiesta Marhaba de inicio del curso de danza oriental, he estado al 100% de ensayo, preparando vestuario, guardando la línea, etc... ¡pero ya estoy de vuelta!
A mitad de semana ocurrió lo inevitable, me entraron unas ganas tremendas de magdalenas de frambuesa. Y era de magdalenas, nada de cupcakes con frosting. Estuve tratando de no caer en la tentación pero el sábado no pude más. Me levanté cansada de toda la semana, nerviosa por la gala y decidí que me daba igual a qué hora desayunara, ¡quería mis magdalenas!
Como la receta que uso, del libro Cupcakes from the Primrose Bakery, hace de 12 a 14 unidades, las demás las usé para hacer cupcakes y unos mini bundt cakes, así estrenaba un molde que tengo desde hace tiempo.
Esta receta la hago tal cual está en el libro, sin ninguna adaptación, es absolutamente inmejorable:
Ingredientes:
Cupcakes:
- 110g mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
- 180g azúcar.
- 2 huevos L.
- 125g harina con levadura tamizada.
- 120g harina de todo uso tamizada.
- 125ml leche a temperatura ambiente.
- 1 cucharadita (tsp) de extracto de vainilla.
- 3 cucharadas (tbsp) de mermelada de frambuesa.
- Mermelada de frambuesa para rellenar (1 tbsp por cupcake).
Buttercream de vainilla:
- 125g mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
- 250g azúcar glass.
- 1 tsp extracto de vainilla.
Para decorar:
- Azúcar frambuesa (opcional).
- Azúcar glass (para los mini bundt cakes y las magdalenas del desayuno).
- Mermelada de frambuesa (1/2 tsp por cada bund cake).
Preparación (Con KitchenAid, KA):
Cupcakes:
Calentar el horno a 160ºC y rellenar una bandeja de moldes para cupcakes con cápsulas.
En el bol de KA batir el azúcar y la mantequilla hasta que blanquee y tenga aspecto cremoso (alrededor de 3 minutos).
Añadir los huevos de uno en uno. No añadir el siguiente hasta que no esté bien mezclado el anterior.
Mezclar las dos harinas en un bol.
Medir la leche en una jarra medidora y añadir el extracto de vainilla.
Añadir 1/3 de las harinas a la mezcla de azúcar y mantequilla y batir a velocidad media. Añadir 1/3 de la leche y extracto de vainilla y batir de nuevo hasta que esté bien agregado. Repetir este paso hasta que la harina y la leche se añadan por completo.
Una vez hecho esto, añadir las 3 cucharadas de mermelada y mezclar bien con una cuchara. No hace falta que la masa quede teñida entera, queda muy bien si se ven los trazos de mermelada.
Rellenar una manga pastelera y llenar las cápsulas hasta 2/3 de su capacidad (yo llené algunas hasta la mitad, por eso algunas me quedaron más bajas).
Hornear durante 25 minutos aproximadamente o hasta que estén bien doradas. Hay que tener en cuenta que al tener mermelada puede tardar un poco más al hornearse.
Sacar del horno y dejarla dentro del molde durante 10 minutos. Una vez transcurrido ese tiempo ponerlas sobre una rejilla enfriadora hasta que estén frías del todo.
Con un descorazonador de manzanas o un cuchillo afilado hacer un agujerito en el centro del cupcake y rellenar con la mermelada.
Para los mini bundt cake, usé un molde de 6 que engrasé con spray desmoldante. Los llené hasta la mitad de su capacidad y horneé durante 20 minutos. Al igual que los cupcakes, una vez horneados los dejé 10 minutos en el molde para después enfriarlos del todo sobre una rejilla antiadherente.
Buttercream:
Mezclar en el bol de la KA la mantequilla y el azúcar. Inicialmente a velocidad baja durante 1 minuto aproximadamente.
Cuando esté bien mezclado, subir la velocidad a media-alta durante 3 minutos, añadir el extracto de vainilla y seguir batiendo otros 3 minutos más.
Para decorarlos con buttercream esta vez usé una espátula y los terminé con unos cristalitos de azúcar color frambuesa.
Los mini bundt cakes primero los espolvoreé con azúcar glass y luego los decoré con 1/2 tsp de mermelada de frambuesa en el centro.
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| Mi desayuno soñado |
Este fin de semana Hermione me ha ayudado a planchar los trajes y me ha recordado que no se me olvidara el bastón.
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